Es muy recomendable vivir alguna vez en la vida la experiencia de compartir piso, sobre todo cuando tienes la posibilidad de encontrar a gente de todo el mundo con ganas de pasarlo bien, de disfrutar juntos, de conocer a otra gente y de aprender de ellos. Una de las cosas que más me ha gustado de compartir piso, es ver como cocina la gente, siempre me quedo con pequeños detalles, por ejemplo, freír el cuscus con aceite y ajo antes de echar el agua, añadir un poco de azúcar en la salsa de tomate para rebajar la acidez o aprovechar las cabezas de las gambas para dar más sabor al arroz mientras se hierve. Rico, rico!
Lo mejor es tener una actitud proactiva buscando momentos de conversación en casa, haciendo cosas juntos… crear un ambiente de confianza que amortigüe los posibles roces del futuro. Si tu actitud natural es abierta y comunicativa, perfecto, si no, haz un esfuerzo por serlo, te vendrá muy bien y posiblemente aprendas muchas cosas. Además, piensa que es muy difícil mantenerse en un punto neutro en la relación con tus compañeros, no sé muy bien por qué pero la gente suele tener tendencia a quererte o a odiarte, sobre todo cuando están obligados a vete la cara todos los días.
Todo el mundo tiene sus manías y nosotros también. Muchas veces no nos damos ni cuenta pero esos pequeños detalles en la forma de hacer las cosas o de no hacerlas, suelen afectar a las personas que viven a tu alrededor y al concepto que tienen de tí. Algo tan tonto como dejar los botes abiertos, usar un jabón que no es tuyo o dejar la tapa del inodoro levantada (esto es un clásico) puede crispar los nervios de mucha gente. Por eso debes poner atención y procurar desarrollar una gran empatía con tus compañeros, al mismo tiempo que procuras ser tolerante con sus manías. El orden, la limpieza, los horarios, el ruido, las fiestas, los invitados… hay muchos puntos en los que tenemos que buscar una postura intermedia para que el piso funcione. Lo mejor es saber la idea de convivencia que tiene cada uno antes de firmar un contrato.
Uno de los puntos fuertes de RoomGranada es el servicio de limpieza de las zonas comunes, lo cual evita el problema de organizarse y controlar que todos hagan sus turnos. También ayuda el hecho de que sean grandes casas (como Cuchilleros ) donde puedes ponerte de acuerdo con todos para hacer un montón de actividades y vivir la ciudad de forma más intensa y divertida.